El próximo 27 de noviembre será el día de San José de Calasanz, propulsor de una escuela para todos y como no, también celebramos el día de nuestro cole, siendo interesante conocer quién fue esta importante persona.
Con el siguiente vídeo puedes ver la vida de José de Calasanz.
José de Calasanz Gastón fue un sacerdote, pedagogo y santo español, fundador de la primera escuela cristiana popular de Europa.En una época en que la educación tenía por destinatarios casi excluyentes a los miembros de las familias adineradas, José de Calasanz fue un pionero de la educación colectiva al alcance de todos.
Breve biografía
José de Calasanz nació en Peralta de la Sal, (un pequeño pueblo situado en el Reino de Aragón, actual provincia de Huesca), en el año 1556 o 1557. José era hijo de Pedro de Calasanz (alcalde del pueblo) y de María Gastón. Fue el último de ocho hermanos. Con doce años, José dejó su pueblo y marchó a estudiar a Estadilla, a unos 20 km de ahí. Realizó sus estudios humanísticos en el colegio de los padres Trinitarios, una escuela de latín. José era un joven estudioso, responsable, generoso y con una gran simpatía personal, que le permitía tener muchos amigos entre sus compañeros de estudios.
Cuando cumplió los catorce años, José de Calasanz manifestó la decisión de hacerse sacerdote. Su entrega, su generosidad, su anhelo por ayudar a los demás, iban unidos a una fuerte y vivencial fe en Dios, aumentada por el ejemplo y la educación recibida por parte de su familia. Cursó filosofía y derecho canónico en la Universidad de Lérida (1571-1576) y teología en la Universidad de Valencia (1578-1579) y en la de Alcalá de Henares.
En un primer momento no contó con la aprobación paterna, ya que habiendo muerto su hermano mayor, su padre pensaba que José habría de encargarse de la administración de las propiedades de la familia.
Fue ordenado sacerdote en el 1583, a los 25 años. Aconsejado por el obispo de Urgell, Andrés Capilla, Calasanz viajó a Roma en 1591, donde trabajó como preceptor de la familia Colonna. Antes de cumplir los 6 años de su estadía en Roma, el río Tíber se desbordó provocando la más catastrófica inundación del siglo. Como resultado de esta hubo más de dos mil muertos, y centenares de familias pobres quedaron sin techo ni alimentos. Calasanz, con gran integridad, trabajó infatigablemente en la operación de ayuda a los afectados.
Se integró en una cofradía, grupo de personas que se dedicaban a ayudar a los enfermos, y comienza a recorrer los barrios. Le impactó ver tantos niños sin escuela por falta de medios económicos y comenzó a idear la creación de una escuela gratuita abierta a todos los niños, especialmente a los más necesitados. Propuso su idea a las autoridades eclesiásticas y a gente cristiana rica. Sin embargo, todos la rechazaron.
Calasanz no se desanimó y decidió lanzarse solo a la aventura. Pidió una vieja sacristía en una parroquia de un barrio pobre de Roma, y así, en la parroquia de Santa Dorotea, comenzó en 1597 la primera escuela gratuita de Europa, con un nombre muy conocido posteriormente: «Escuela Pía».
Los alumnos, pocos en un principio, no contaban con recursos para comprar el material escolar. Calasanz utilizó para esto el poco dinero que recibió de su trabajo con el cardenal de Colonna. Con la ayuda de otros profesores jóvenes, a los cuales contagió su entusiasmo, Calasanz dedicó desde aquel momento toda su vida a una misma idea: abrir las puertas de las escuelas a todos. La idea novedosa que introdujo José de Calasanz es la de enseñar a las clases populares en aulas con numerosos alumnos, ya que hasta ese momento la enseñanza se limitaba a las clases pudientes, impartida individualmente o a pequeños grupos por un preceptor. Más tarde, la idea sería seguida por otros fundadores, y finalmente por los Estados que asumieron como propia esa responsabilidad.
Murió a los 92 años el 25 de agosto de 1648 en Roma.
Puedes pinchar en este enlace y observar una presentación de la vida de José de Calasanz.
̃̃̃̃̃̃̃̃̃̃̃
Desde el colegio, trabajaremos la carta que José de Calasanz escribió a su hermana.
Aquí puedes leerla:
ᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟ
Roma, 25 de
noviembre
A mi hermana María Calasanz:
Me
he alegrado mucho de las buenas noticias que he recibido de todos vosotros y de
esa nuestra tierra Peralta.
Ya
hace algún tiempo que llegué a Roma y no sé si encontraré lo que vine buscando.
Sin
embargo, comienzo a ver claro alguno cosa.
Al
pasear por las calles veo siempre niños pegándose, insultando a todos los que
pasan por allí y diciendo palabrotas.
Estos chicos crecerán y seguirán siendo igual de brutos, por no haber tenido
educación, y harán como sus padres ahora: emborracharse y maltratar a sus
hijos, a los que obligan a robar, y si no roban no les dan de comer.
Para
que esto no siga siempre así hay que comenzar por cambiar a los niños.
Aún son pequeños, y así, enseñándoles ahora, conseguiremos
que de mayores sean honrados y hagan un mundo más justo y alegre.
Para
poder hacer esto, voy a abrir una escuela y admitiré en ella a todos los niños
que quieran aprender a leer y a escribir.
No
dejaré nunca de ayudar a los que más lo necesiten.
Saluda a todos de mi
parte.
Un
fuerte abrazo
ᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟᘟ